Separación
Aquel día lo entendí todo. El día llamado separación. El momento más duro y doloroso de mi vida, el momento en el que el vacío se apodera de ti y lo infecta todo de oscuridad, empieza en la mente, baja hasta los pulmones y te deja sin oxígeno. Tu espalda se encorva como si quisiera caerse al suelo y tus hombros parecen decir “perdimos”. Tus pasos dejan de ser tan firmes y se sienten más “arrastrados”. Tus piernas tiemblan en ciertas situaciones donde crees que no eres capaz de dar ese paso porque no eres lo suficiente. Tu estómago ya no saborea la comida, ya no hay mariposas en el y solo un pequeño volcán que devora comida. Tus gestos indican constantemente que ya no importa, que ya es tarde. Tus ojos vidriosos suplican ayuda y la gente piensa que eres de hierro, pero cuando abres tu corazón hay lágrimas dando la vez para saltar por aquel trampolín. Porque tienes tanto que decir, que hay un efecto embudo que te impide sacarlo. Porque no eres de hierro, eres de carne y hueso y la v...