Ícaro de luna

 Me encontraba surcando el cielo negro en una noche sin luna. Aprendí a ver en la oscuridad, aprendí a curarme las alas yo solo. Cuando algo alcanzaba la parte viva de mi corazón, me arrancaba una pluma negra y me escondía en mi búnker para escribir los versos más dolorosos o destruir aquello que intentaba revivir a un gigante de piedra. 

Porque en cierta parte, le había cogido el gusto a ser impenetrable, a ser independiente del mundo, a volar solo. Era escurridizo con los sentimientos, me gustaba divisar el mundo en mi torre de cristal, donde nada ni nadie podía llegar hasta mi. 

Y ese día pasó algo diferente. En mi mundo era yo quien controlaba las mareas de mi cabeza, la lluvia de mis ojos, la niebla de mi alma, el silencio de mi boca... pero esto, no podía controlarlo. 

Un gran huracán agitó todo mi mundo. Aquel día que te conocí, destruiste mi torre de un golpe. Pero no me rendí. Volé tan rápido como pude hacia mi búnker. Me arranqué una pluma negra para poder destruir ese sentimiento que se apoderaba de mi. Y no pude escribir ni una sola palabra, absolutamente nada. Sólo pensaba en la hermoso que era ese huracán. Entonces...

PUM

Un golpe dentro de mí hace vibrar todo mi ser, no sé que era, pero me siento un poco más vivo. 

De repente aquel búnker es bombardeado. Metros y metros de hormigón armado no impedían que tus misiles destruyeran también mi escondite. Aquel día que fijaste tu mirada en la mía, no sólo destruiste hormigón, destapaste como quien abre un yogur, la parte más profunda de mi ser, esa que escondo para que nadie la haga daño, la que secuestro por el bien de mi alma, porque si esa parte muere, me convertiría en un ser de hierro. Entonces...

PUM PUM

Otro golpe... esta vez duele... justo en el centro del pecho, pero... ¡no pude ser...se supone que lo puse a dormir, se supone que era de piedra, se supone que no debes latir! Maldita sea... ¿Qué me está pasando?

Salgo de allí pero no puedo volar por el huracán que hay, no puedo correr porque están cayendo bombas del cielo... Vale, "saldré de aquí, me digo para mi mismo, pasos firmes y seguros, no tengo miedo, todo pasará, todo pasará..." Y justo, noto como si algo se moviera enredándose sobre mi, me quedo paralizado, es una Serpiente Taipán. Su mordedura es capaz de matar hasta 125 personas. Pero Tú, mi amor, me mataste con esas palabras. 

Sé que vas a matar una parte de mi, sé que vas a destrozar todos esos mecanismos que encerraban mis sentimientos. Siento sus colmillos como agujas que penetran a través de mi gruesa piel. Su veneno se siente como lava por mis venas, destruyendo todo a su paso. Descongela los glaciares de mi mente, quema el gran jardín de mis inseguridades, cierra heridas a su paso, arranca cicatrices como si de mala hierba se tratase. Llega al corazón, y toda esa roca que lo cubría, se convierte en polvo de cristal. 

Y entonces...

PUM PUM PUM

Vuelve a latir un viejo amigo, con la fuerza de su huracán, con el golpe de sus misiles y con el calor de su veneno.  Y ahora sé que eres Tú, eres Tú quien controla mi mundo. Eres quien controla cuando llueve en mis ojos, las mareas de mi mente son todas tuyas y yo sólo puedo surfear en ellas. Alejas la niebla durante el día y durante la noche, eres la luna llena que ilumina mis alas negras. 

Haces que desee que llegue la noche para poder volar tan alto que pueda posarme en tu superficie aunque eso haga que me quede sin aire, pero es que estoy aprendiendo a vivir sin poder respirar por ti. Porque llegará el día en que no me asfixie la distancia, llegará el día que ya no dependa de mis pulmones y llegará el día en el que vuele tan alto que seré llamado Ícaro, el Ícaro de una luna llena.

Bienvenida a la nueva Chernóbil, el mundo que has creado sobre el mío. Ahora, enséñame cómo se duerme en tu mundo. Cómo se gana el apetito en tu mundo. Cómo se vuela aquí. Y sobre todo, enséñame a cómo amarte en tu mundo. Porque ahora mismo el amor que siento es como un potro en un establo dando coces, queriendo gritar al mundo entero que te amo, que no he conocido un ser de luz tan impresionante y único como Tú. Que llevo camisa de fuerza para sostener mis sentimientos y llevo un bozal en la boca para no escupir el corazón cada vez que estoy a unos centímetros de ti. Que soy todo tuyo. 

Gracias por haber entrado en mi vida, mi querida luna llena, y por estar juntos hasta la siguiente vida, porque ahora entiendo que me pasa, eres Tú. 




Firmado Cuervo Blanco.





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