Grandezas, verdades.

La verdad es como aquel caballo blanco, un animal nacido para ser grande, pura grandeza, sin embargo está encerrado constantemente, esperando a que un forastero le de algo de comer, algo de alimento para seguir adelante. Y cuando le sueltan, temible belleza, corre como nunca, corre con unas ganas como si tuviera que demostrar para que nació, para ser grande. Le das un poco de tiempo y te aseguro que te demostrará quien es él. Tiempo al tiempo, vuestros grandes errores camuflados en tristes victorias, vuestras mentiras camufladas en desastrosas sonrisas, sabéis quienes sois pero vivís en un continuo disfraz. Me pregunto cuando os quitéis ese disfraz, ¿Serías capaces de miraros al espejo y decir "soy feliz"? Veo personas engañadas, veo personas que han sufrido tanto, personas que lloraron un mar de lágrimas. Como dije hace tiempo solo tenía que sentarme y esperar a que os comáis entre vosotros, la gente se daría cuenta y se quitaría la venda de los ojos. Y así es señoras y señores, cada vez son más los que se quitan la venda, cada vez son más los que ven más allá del agua tan cristalina y limpia que decís ser, pero los mejores venenos son los que no se ven, no se sienten, con el tiempo te mata por sorpresa, sin verlo venir. Fuisteis una moda pasajera, nosotros somos los clásicos eternos, los que nunca fallamos. Eso es, eternos.

Fdo. Cuervo Blanco