El niño de la sonrisa alargada.

No sé cuántas veces me han tachado de la lista y me han dado por muerto. Así que esto no es nada nuevo. El niño de la sonrisa eterna que le costó abrir los ojos a este mundo. Un, dos, tres, nada, cuatro, cinco, seis, nada, hasta el punto de decir se acabó...pero no se acabó nada, no se cuantas veces he tenido que dejar claro que aquí estoy yo, que nada me va a tumbar, y de repente ese corazón dormido empezó a funcionar cuando la esperanza estaba perdida. Una vida entera plantando cara a cualquiera que intentaba hundirme, algunos arrojaron la toalla, otros se empeñaron pero todos desistieron. Soy un perro viejo y que me calle, que no abra la boca no quiere decir que no sepa de que va vuestro juego, pero así es como lo hace ese perro viejo, espera y espera hasta que al final aquellos que intentan destruirle acaban comiéndose entre ellos. ¿A qué espero yo? Al final todo se vuelve en contra de aquel que miente y tan solo tengo que acomodarme y ver vuestro patético estrellarse. Lo que empieza siendo un juego para vosotros, acaba siendo mi juego.



Fdo. Cuervo Blanco

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