Beatus ille

Hay algo que no me deja dormir, hay una pregunta que no tiene respuesta. Todos aquellos planes que rechazamos, todas aquellas personas que dejamos ir, todos esos viajes que no hicimos... 

Carpe diem es lo que nunca apliqué en mi vida, siempre dejando las cosas para mañana hasta que te das cuenta de que no existe un mañana, existe la esperanza de un futuro mejor no muy lejano pero sin fecha. Encerrados en nuestras cuevas, tratando de ver lo positivo mientras nos ahogamos entre todo el fango que respiramos. Justo ahora, cuando nuestras alas han sido sanadas, la vida nos da caza, nos apunta y nos dispara para crear una nueva y más profunda cicatriz. 

De nuevo en la cueva curando las desgastadas alas, de nuevo en la cueva intentando remediar el miedo a volver a volar... Hemos perdido terreno y perderemos grandes batallas, perderemos nuevas aventuras, perderemos los viajes que nunca hicimos, perderemos el amor... el dichoso tesoro que con tanto miedo el ser humano ansía poseer. Llámalo ruleta rusa o caja de Pandora, me da igual, ahora sólo pienso en cuantas oportunidades tuve y cuantas dejé pasar por el miedo a que me tocara la bala, por miedo a que la caja de Pandora me destruyera. 

¿En qué se convierte un ser humano que no ama? Está claro que en un simple humano, una persona sin planes, sin proyectos, sin futuro, sin un hogar, el humano sin amor no es absolutamente nada, pura arena en el desierto. Amar es el arte más antiguo del mundo, Adán sin saberlo ya conocía el amor antes de amar a Eva. Nadie puede explicar por qué una mirada acelera el pulso vital, por qué una sonrisa puede volverte loco, por qué su perfume puede robarte el olfato, por qué esa persona en sí puede arrebatarte todos tus sueños, todas tus noches... 

Quién puede explicar el apocamiento en el primer beso cuando dos personas están llenas de afán por alimentarse de los labios de su más preciado tesoro. Nadie puede puede explicar por qué una caricia no se nota en la misma piel, si no debajo de ella, como si tuviera el poder de acariciar el riego sanguíneo, como si pudiera tocar la energía eléctrica que creamos en nuestro interior y formar parte de ella, como si tallara su nombre en cada hueso de nuestro cuerpo... El amor en los tiempos que corren, es un cometa que solo ven aquellos que aprovechan el momento sin miedo, es un animal herido en peligro de extinción... 

¿Por que te sigues empeñando en destruir todo aquello que órbita alrededor de tu corazón? ¿Por qué tienes tanto miedo a que alguien se cuele en las cavidades de tu sinsentido y explore todos tus sentidos? ¿Y qué si te hace explotar por dentro? ¿Y qué si te destruye en mil pedazos? Llevas toda tu vida aprendiendo a reconstruirte, sabes volver a empezar de cero. 

Aquella noche cuando venciste a tu enemigo, a tu pesadilla, al miedo, eras capaz de todo, eras tú siendo tú. Recuerdo como llovía esa noche de verano, recuerdo su cara... no hay mujer como ella, tan loca y cuerda a la vez. No hay mujer más valiente y con tanto miedo como ella. No hay mujer en el mundo tan fría y abrasadora por dentro. No existe una mujer con tantos planes como ella y que deje todo al azar. Aquella noche fue mágica, aunque nunca llegamos a la playa como le prometí. 

Pero un nuevo enemigo resurgió, la distancia, la maldita distancia enfrió a temperaturas bajo cero mi corazón. Salieron misiles hacia ella, aquella luna que daba sentido a mi vida, fue destruida por mi mismo y mis miedos... Todavía guardo un pedazo de aquella mujer, aquella luna que me robaba el sueño todas las noches... volveré a por ti prometí, porque se me da genial romper promesas. 

Quien diga que amar es suerte, quien diga que amar no lo es todo, es un simple humano que sin saberlo, ya ha muerto en esta vida. El amor lo es todo, sin el, no somos absolutamente nada, porque por amor existimos y hemos nacido. Esta pandemia no solo se ha llevado a amigos, seres queridos, vida social, viajes, proyectos, planes, trabajos... este virus ha borrado la X en el mapa de nuestro ansiado tesoro, ahora nos toca navegar y fijar nuestra propia X, aunque lleve tiempo, aunque lleve mucho tiempo, aparecerán muchos tesoros pero debemos saber cual es el que tiene la X en nuestro corazón, cual es el verdadero tesoro entre todos. Faber est suae quisque fortunae.


Firmado Cuervo Blanco 

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