Juventud de vieja escuela

Tengo un cúmulo de ideas en mi cabeza que me cuesta demasiado filtrarlo para escribir una idea clara, allá vamos. Hacía mucho que no escribía con rabia y de un tema que no fueran cuentos, leyendas, fantasías, miedo, amor, etc. Señores ¿qué está pasando? Deseamos tener un trabajo, claro que sí todos lo deseamos, un trabajo estable, un trabajo en el que te valoren por tu destreza ¿no es así? Se están perdiendo todos los valores de antaño, llamadme anticuado, pero hay cosas que no caducan y la forma de trabajar que nos enseñaron nuestro padres debería ser una asignatura más en el colegio, instituto, universidad. Te enseñaban a no rendirte, a trabajar bajo presión, te enseñaban con cariño paso por paso, a creer en ti mismo, a creer que lo puedes todo, y lo más importante de todo, a que al trabajo se va a trabajar. Pero parece ser que todo eso ha desaparecido, ahora vamos de modernos pero somos lo más paleto que ha existido en milenios, padres más atentos en la nueva actualización del famoso móvil con la manzana, hijos que no se comunican con nadie a no ser que sea cuadrado y tenga aplicaciones, esos niños que no saludan solo balbucean, esas parejas en esas tristes cenas "románticas" en la que la pareja no se mira a los ojos en ningún instante, salvo cuando uno de ellos tiene que ir al baño, o piden la cuenta ya que sus smartphones con sus redes sociales son más importantes que lo que haya sucedido en ese día o los sentimientos que atraviesan esa muralla tecnológica. Todos los valores se pierden, no es que hayamos olvidado el pasado, no, es que nos estamos inventando un presente y futuro terribles, caemos en picado indignados pensando que mientras no toquemos tierra el trayecto será tranquilo y cómodo.
Aquel buen trabajador, que valora su trabajo como un medio de supervivencia, pero es capaz de controlar su instinto animal y tener compañerismo con los demás trabajadores, aquel trabajador que vaya a trabajar, que no se rinda, ese trabajador nunca será valorado, es triste creerme, pero las empresas ya no buscan ese tipo de trabajadores cualificados, ni mucho menos, hoy en día muchas empresas están llenas de inútiles acomodados que se piensan que un contrato "fijo" es eterno, personas envidiosas con aquellos trabajadores tan preparados y tan poco valorados, personas que no quieren trabajar, simplemente van a hablar con su jefe para ganarse su apoyo y ser su "fiel" escudero. Ya puede estar todo el día escaqueándose de su puesto, que no habrá nadie que le detenga, pues por mucho que sepas, aunque tengas su mismo puesto, el será un semidiós en la empresa, y decir las cosas a la cara con educación solo empeorará las cosas. Exacto, empresas llenas de manos rotas que saben jugar con sus palabras, mientras muchos trabajadores se mueren del asco en trabajos en los que el salario es atemorizante y las horas pura esclavitud, trabajadores que tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes. ¿Hablamos de clase media? Pregúntale a un niño lo que es la clase media y te responderá que no sabe lo que es, es lógico pues nosotros mismos lo hemos olvidado y hablar de ello es hablar de un cuento. No pretendo un cambio, pues nos quedan diez metros para tocar tierra, no hay tiempo, pero ahí fuera estamos los que seguimos los consejos de nuestros padres, sus enseñanzas acerca del trabajo, y obviamente no nos rendimos, trabajamos duro, cumplimos, y sabemos ser compañeros, no demostramos lo que valemos con palabras sucias y melosas, nada de eso, lo demostramos en el peor de los ambientes, a presiones en las que el cerebro parece una olla exprés, nuestro corazón es un motor con los pistones al rojo vivo, darlo todo, somos jóvenes de la vieja escuela con los conocimientos actuales, porque hay valores que no tienen fecha de caducidad, porque a mi me enseñaron que al trabajo se va a trabajar, lo hechos lo demuestran, sobran las palabras. 


Fdo. Cuervo Blanco


















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