28 de Abril de 2015

El dolor de un amor es diferente al de la muerte. El amor se compone en mayor porcentaje de ilusiones, de situaciones irreales que pensamos que podrían pasar pero nunca ocurren, ya que nos pasamos la vida imaginando como sería y no nos damos cuenta que mientras imaginamos todo aquello, todas esas situaciones, lo que realmente pasa es nuestra vida, nuestra preciada vida. Cuando un amor se va, "muere" en tu corazón, crea un gran vacío, porque sabes que está ahí pero para no volver. Cuando alguien muere nos deja un corazón lleno y orgulloso de aquella persona. Cuando murió mi mejor amiga, un 28 de abril de 2015, yo estaba trabajando tan normal como un día más, pero ese día...sería el día más triste de mi vida. Una llamada, mi padre me comunicó la noticia, había muerto en una revisión, una revisión normal y corriente, ir por la mañana y salir por la tarde. Parece ser que los médicos detectaron que su corazón fallaba, las cuatro válvulas del corazón estaban taponadas y solo pasaba un hilo de sangre, por lo tanto el corazón falló. Los médico intentaron hacerle un by-pass pero ya era tarde... Cuando mi padre me lo contó... algo en mi se desactivó, yo creo que cuando ella se fue me desactivé, por un tiempo estuve haciendo lo que ella nunca hizo, lo que ella nunca quería que hiciese, dejar de luchar. Porque si ella no estaba había más vida, pero ¿cuando gran parte de tu vida es esa persona? ¿Que si la echo de menos? Sería inhumano no hacerlo, sería delito no hacerlo, no hay día en que no me acuerde de ella, a todas horas, era mi familia. Llevo mucho tiempo callando, mucho tiempo en la oscuridad, en mi propia oscuridad. Aunque la luz del sol se ocultara para siempre, aun la luz de la luna nos iluminaría toda la vida. Desde que pasó todo aquello no me salen palabras para definirla, la verdad que me está costando formar una sola frase para definir a esa gran amiga. Me acuerdo mucho cuando tenía 10 años o menos, empecé a llevarla en su silla de ruedas, confiaba en mí al máximo, jugábamos, yo corría lo máximo que podía con su silla de ruedas, ella notaba esa ilusión esa felicidad, notaba la rapidez, no quería que se viera anclada a esa silla y la visitaba, jugábamos al parchís, me enseñaba juegos de cartas, y no se, sin saberlo entablé una maravillosa amistad con aquella mujer. Era muy feliz, le contaba todo aquello que me preocupaba. No existe mejor psicólogo que un buen amigo, un amigo alejado de esos libros de psicología, un amigo que no se guía por lo que dice un libro de gestos y expresiones, de comportamientos y respuestas. Era una amiga de verdad, sin análisis, solamente escuchaba todo lo que me preocupaba y siempre siempre me daba una solución eficaz, una solución que destruía ese problema. Era una mujer muy querida por todo el mundo, era fácil entablar una amistad con ella, pues su corazón era noble y bondadoso, listo para escuchar.
Podría contaros miles de historias pues toda una vida a su lado traen grandes historias, pero que deciros a los que ya la conocíais. Me siento afortunado de haberla conocido, de verdad, es un gran privilegio haber estado tanto tiempo a su lado, contándole mis preocupaciones y mis logros, es un privilegio que ella fuera mi mejor amiga. No se cuantas veces me ha ayudado, incontables veces, no se cuantas veces me ha salvado, o cuantas veces aquella mujer en esa silla ha salvado a los demás. Porque aquella silla no la retenía, hacía más que muchas personas que lo tienen todo, y sobretodo era más feliz. Siempre me contaba que se imaginaba en un prado corriendo, sintiendo la velocidad, sus piernas moverse de nuevo. Me enseñó a luchar por lo que queda, por lo que vendrá...y por lo que quedó. Me enseñó a ser bueno, amable, tierno, confiable y un buen amigo. Me enseñó y preparó para lo que viniera. Cada vez que hablaba de mi a otras personas, hablaba con orgullo de su "nieto". Ella me trataba como de la familia y yo a su familia y a ella también. Digamos que su familia y la mía son la misma, pues uno por uno son majestuosos, maravillosos en su obras, increíbles en su acciones. Ella me consideraba su "nieto" pero para mí era mi segunda madre, era una persona que estuvo en los buenos y malos momento, de verdad. Una de sus películas favoritas era "Intocable" ya que se identificaba con el personaje y soñaba en irse una noche a su tierra, Asturias. Soñaba con hacer locuras, viajar a lugares increíbles.
Llevaba un tiempo mal, no respiraba bien, le costaba, estaba más triste de lo normal, estaba como ella nunca era, oscura, triste, sin ganas de vivir. Ver a una persona que lo ha dado todo sin pedir nada a cambio, una persona tan grande e inigualable, verla triste, nos hundía a los demás. Pero la animábamos,le decíamos que saldría de esta como siempre ha hecho, que siguiera adelante, que le quedaba mucho aun por hacer. Dos días antes de...todo, hablé con ella un momento, en esa cama con un cojín y un instrumento que había fabricado su marido con mucho cariño para que estuviera recta y cómoda, ella me dijo que no tenía fuerzas para luchar, llorando me dijo que no quería seguir, no podía más. Pero al final de todo me contestó a mis ánimos y alejó el dolor por un instante, "Cuando me ponga bien, iremos a Asturias, te lo prometo." En ese momento el dolor volvió, estaba muy cansada y cada palabra era un esfuerzo, por tanto nos dimos un abrazo, el último abrazo que la daría pero yo no lo sabía. Después de un largo abrazo me despedí y nos fuimos.
¿Por qué escribo todo esto ahora? Es mi particular homenaje, es un recuerdo plasmado en letras muy sentidas, tal vez desahogarme. Recordar quién soy, quién era y quién quiero ser, recordar que hay que aprovechar al máximo, que no hay obstáculos si uno de verdad quiere, que no existen limites si tú no te los pones, que ser bueno es duro, nos insultarán, nos envidiarán, nos pegarán, nos escupirán, nos pisarán pero seremos realmente felices, un corazón noble y honesto, cosa que el dinero ni las malas personas pueden tener. Ella me enseñó a ser buena persona, a confiar en los demás, a dar muchas oportunidades, me enseñó a ser feliz y a que siempre siempre tendría alguien al lado que me apoye. Por mucho que nos hagan daño, siempre tendremos a alguien, que confíe y nos apoye, que de la vida por nosotros, un buen amigo, un amor, pero las buenas personas nunca estaremos solas. Ella se ha ido, pero queda su recuerdo, quedan sus lecciones y consejos, me queda un corazón lleno de felicidad y buenos momentos. Te doy las gracias querida amiga por todo, no podría especificar, porque todo es literalmente todo, gracias por haber sido la calma de este huracán. Estoy muy orgulloso de ti, muy muy orgulloso. Sé con toda la confianza que algún día leerás todo esto, y podré contarte en lo que se ha convertido tu pequeño nieto, todo lo que ha pasado, que me estoy haciendo un hombre, con el miedo que siempre he tenido a crecer... Hablaremos en persona de todo lo que pasó cuando te fuiste, estoy seguro, no me rendiré y todo podremos verte correr por ese prado que tu imaginabas tantas veces. Creo en los ángeles y tuvimos uno a nuestro lado siempre, Tú. Por eso y mucho más gracias a ti y a tu magnífica familia. No se de donde habéis salido, pero este mundo tan malvado y mediocre no merece tener personas así, de vuestra talla de mente, alma y corazón. Me quedo corto hablando de vosotros y ella, terminaré diciendo que sois mi familia, una unión que no la separará ni la grieta más hundida de nuestra alma. Sois y seréis nuestro aliento y forma de vida, unos se van y otros se quedan. Pero tú querida, nunca te irás de mi mente, mi mejor amiga, gracias.

Tu amigo y "nieto" que te quiere, Cuervo Blanco.