31 de Diciembre de 2016

Bloqueado, esa es la palabra que me define, vuelvo una vez más a estar paralizado, no sé como actuar, no sé qué decir, ¿sigo siendo el mismo? Soy como ese niño que con su mano aprieta fuerte su osito de peluche porque tiene miedo, tiene rabia, quiere ser valiente y hacer frente a ese gigante, en ese momento no sabe que es capaz y huye, escapa de ese lugar. A veces pienso que todo esto me viene demasiado grande, pero entonces pienso en ti, un meteorito de rosas, un volcán de buenos actos, la chispa que enciende toda vida, qué puedo decir de ti querida amiga, todas las palabras serían pocas.
Recuerdo aquella noche de lluvias de estrellas, jamás había visto nada igual, un cielo tan bonito como aquel, pero algo más hermoso que eso fue tu corazón, para qué presenciar una lluvia de estrellas sin entre nosotros teníamos una estrella... Regalabas sin motivo, dabas sin pedir a cambio, dabas de corazón todo lo que tenías, tu casa siempre prestaba a ser bienvenido, algún día te preguntaré ¿cómo un corazón tan roto, cómo una vida llena de injusticias, cómo una espalda tan apuñalada, cómo es posible que puedas haber dado tanto? No sé que eras, un ángel, una estrella en el firmamento, pero estoy seguro de que no nos cruzamos por casualidad, nos has dado tanto, que no creo que ya no estés, otra vez no, tan joven y llena de vida... 
Reflexionando me doy cuenta de que teníais en común, a pesar de las dificultades, a pesar de vuestra salud, erais capaz de dar más que cualquiera, siempre con una sonrisa, siempre con proyectos, siempre ayudando a los demás, las depresiones no podían con vosotras porque erais más fuertes que eso, os podía las ganas de ayudar, las ganas de ver sonreír a los demás. 
Podría seguir diciendo todo lo que eras, pero eso no va a cambiar las cosas, te has ido, pero es un hasta ahora, volveremos a vernos de seguro, te lo prometo.
Estamos de paso en esta vida, y quién diga que nacemos para morir, sesos y ojos representan, nada más, pues si naciéramos para eso, ¿por qué lloramos? No nos agarramos a un clavo ardiendo, sabemos como que mañana saldrá el sol de nuevo que así se hará, volveremos a verte de nuevo, son aquellas personas ciegas las que se agarran a un terreno a punto de reventar.
Sin duda amiga, eras especial, única en todo tu esplendor, que pena que esta vida nos arrebate aquellas personas que nos llenan, nos levantan cuando caemos, personas ayudando a personas. Doy gracias por haber tenido el privilegio de conocerte, de llenarme de ti. No me salen las palabras pues aún no me lo puedo creer, no he asimilado todo esto, y siento un vacío extraño dentro de mi, como si algo quisiera salir de mi, escapar y volar lejos de aquí. No te guardaré en mi corazón pues habría turbulencias constantemente, te llevaría en mi mente, en primera clase, te dejaré ahí para que pueda aprender todo lo que me enseñaste, correré tan fuerte que el aire me corte, volaré tan alto que respirar sea un lujo, viajaré tan lejos que el cielo y el mar se unan, es hora de levantarse, de cambiar una vez por todas, ser quién siempre he querido ser, y algún día ser aquella estrella que ilumine el camino de alguna persona.
No serán las mejores palabras, parece que mi voz y mi alma se han apagado, estoy escribiendo realidad cuando pienso que es fantasía, estoy escribiendo fantasía cuando sé que es realidad... Pienso que mañana despertaré de esta pesadilla y ahí estarás... algún día saldré y le haré frente a ese gigante, a la vida, pero déjame dormir cinco minutos más, por favor...



Para mi querida amiga Amaresh Fernández Rodríguez

Firmado Cuervo Blanco 



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