#Edén

Después de andar vagando por los suburbios, he vuelto a la ciudad, sin buscar nada, sin querer encontrar nada. Pero me tropiezo con tus ojos, como un pájaro en una jaula intento buscar la salida mientras aquellos luceros iluminan mi frustrada huida. Tú que me observas sin decir absolutamente nada, dime, qué debo hacer, dime, como se hace para volver a amar. Tal vez sea como volver a montar en bici, tal vez sea como un primer beso, o como el primer amor, no lo sé, pero en tal caso no pienso caerme de esta bici ni que nadie me ponga ruedines, no pienso besar sin hechos, ni amar sin pensar.
Me miras y te ríes, dios... Deja de hacerlo, sabes que tienes el edén en tus ojos, no obstante me fulminas, intento ser yo en cada conversación, pero siento esa presión, no me salen las palabras y ante mi huida de la valentía, te ríes... Me fascina pero a la vez me siento tan estúpido, me encantaría ser quién soy de verdad, me encantaría tenerte enfrente y hablarte al oído, despacio, todo lo que representas, todo lo que tú eres, que cada palabra llevara un pedazo de mi núcleo para que sintieras cada letra, para que observaras todo lo que callo y todas las heridas por morderme la lengua que arrastro, para poder desarmarte, eso es, privarte de tu palacio de hielo, de tu máscara de hierro...
Me encantaría hacer tantas cosas juntos, pero tienes prejuicios, tal vez pienses que miras a aquel otro yo que se inventaron, tal vez tengas miedo, pero ¿quién no tiene miedo? Cada día tenemos un nuevo miedo que vencemos o dejamos que nos venza, nosotros decidimos qué hacer con él. ¿Acaso piensas que yo no tengo miedo? El miedo es aquella jaula que nos separa. Piénsalo, compartimos sueños pero nos asusta la realidad. tú temes un yo desconocido, yo temo enamorarme, temo caerme de esa bici, temo besarte sin hechos, temo amarte sin pensarlo...
Yo soy quien controla, nada es capaz de controlarme, ni una mente demente ni un corazón atravesado, nada en absoluto, pero me vuelvo a engañar, te veo y no controlo, juro que lo intento, pero como una reacción la química de mi cuerpo se distorsiona, se mezcla, salta, explota, todo empieza a fallar, mis palabras, te miro y te giras como si de un detector de miradas se tratara, bajo la mirada y pienso ¿qué haces?, jugamos como dos niños sin pensar en nada ni nadie de nuestro alrededor, tal vez hayas bombardeado aquella barricada de miedos, como si cada risa fuese una nueva bomba atómica, tal vez la manera de volver a amar sea destruyéndolo todo... Alomejor tus ojos tratan de iluminar mi jaula, mis miedos, y cuanto más expuesto estoy a tu radiación, más grande me hago, tan grande que algún día seré mas elevado que mis temores, más extenso que mi jaula.
Me encantaría que pudieras ver que yo también tengo los ojos verdes, y que descubras cuando sucede, que las coordenadas de tus sueños son exactas a las mías, tus viajes, tus lugares, todo lo que tu eres, que no somos tan diferentes. Si el presente te abruma, te esperaré al final de tus sueños, en el lugar exacto, en el final de tus metas, aquí estaré derribando tus miedos, combatiendo con tus pesadillas, porque en la guerra no hay miedo, pesadilla para tus pesadillas pequeña.
Te espero en el final, hasta que nos cansemos de temer.


Fdo. Cuervo Blanco



Comentarios

Entradas populares