Punto de retorno

¿De qué se puede escribir cuando ya has vaciado tu alma, cuando has aprovechado cada gota de sentimiento plasmándolo en una historia? ¿Injusticias, amor, desamor, fantasía...? ¿Tal vez se pueda escribir sobre que no sé qué escribir?

Metas, proyectos, miedo...

Metas, proyectos, miedo...

Alomejor no soy tan diferente de aquellas bestias que están tras el escaparate, tal vez busque algo que es imposible, trazando un camino hacia la raíz de la libertad, dibujo uno que me aleja de ese sendero, dibujo un camino de retorno a la raíz de mi corazón, no tiene sentido, pero tal vez la libertad se encuentre cuando sepa quién soy, cuando sepa destruir este muro de cenizas y dolor, cuando sea lo suficientemente fuerte como para volver a mostrar el rostro de mis sentimientos sin máscaras, sin disfraces, sin jugar a saber quién soy. 
No soy un animal, pero actúo como tal, huyendo del ser humano, cuando la confianza de otra persona llama a las puertas de esta muralla, ocurre un éxodo, salir huyendo, esconderse y luchar contra la idea de que confiar es mi enemigo. 
Sé lo que pasó pues caminar con mil estacas en el corazón y dos sacos de ceniza y problemas no hacen ligero el camino, no hacen que uno pueda tomar ese sendero de retorno, pero sigo dibujándolo, porque sé que algún día seré tan fuerte que nada impedirá quitarme la máscara para jamás volvérmela a poner. 
Sólo somos seres humanos, ojalá tuviera el valor de decirte que me encantan tus ojos, que llevo tiempo convenciéndome de que no eres tú, pero es imposible, eres mi pensamiento en sueños, estás hecha a prueba de bombas, ojalá pudiera decirte que tengo miedo, ojalá me callaras y me besaras en ese momento, pues en ese mismo instante mis demonios, mis pesadillas, mis miedos serían arrebatados de la faz de la tierra. Pero sigo huyendo, esperando a que alguien me frene, tengo miedo, y detrás mía dejo bombardeos de traición y muerte. 
Ojalá pudiera haberme despedido de aquellos que se durmieron en un sueños profundo, ojalá el dolor no nublara mis sentimientos, ojalá no fuera un lobo solitario, ojalá pudiera amar y querer como aquellos que quiero se merecen, ojalá este corazón dormido despierte algún día... 
El camino de retorno es peligroso, es más peligroso que el camino de los sueños, pues en este puedes repetir aquello que te mató, aquello que te hizo salvaje, pero hay algo a lo que no temo, no tengo miedo de las decisiones que he tomado, no tengo miedo de mi mismo, no tengo miedo de enfrentarme ante aquellos que quisieron verme caer y me tumbaron con flechas envenenadas de envidia, no temo al ser humano, pero me cuido las espaldas. 
El plan era complejo, pues después de atravesar ese bosque, llegué a un desierto de confusión, aguanté hasta que al fin pude encontrarle, encontré a aquel niño que nunca debió dejar de ser niño, al verle corrí hacia él, abrazándole y con cariño hablándole estas palabras:

-Querido amigo, llevo mucho tiempo buscándote, ¿dónde te habías metido? Te mudaste y en el corazón no te hallé, tampoco en mi mente, ¿Qué haces aquí, por qué te ocultas en mis ojos? 


-Tal vez los ojos sean el único lugar que a pesar de haber visto tanto sufrimiento y dolor, no pueden ser destruidos, ni, no pueden ser alterados por el paso de los años, no pueden cambiar, es un búnker en primera línea de batalla, incorruptible. Aquí estoy escondido, esperando a que vinieras a por mí, esperando el momento de retorno para volver a empezar el camino donde lo dejamos. No eres tú el que debe ahora darme un consejo que dure la eternidad de los huesos, presta atención, ahora escúchame pues cuando haya terminado me iré para siempre, y no habrá retornos, no habrán caminos hacia atrás, me iré por el camino de las lágrimas... No trates de buscarme, ya me has encontrado, bien hecho, pero debes saber que lo que un día fuimos jamás volveremos a encontrarlo, la vida nos cambia, la vida nos viste con máscaras y disfraces, pero sólo tú decides si siendo fuerte podrás algún día quitarte aquello que la vida un día te puso encima, un traje anti-todo, incluso anti-humanos. Tú eres yo, pero yo también soy tú, siempre fuiste valiente, siempre aguantaste cada golpe con una sonrisa, generoso, y feliz, creciste en la más feliz infancia. Me buscabas para  poder recordar quién eras, y aquí lo tienes, sé tú mismo, disfruta, y deja de huir por favor, no se nos conoce por eso, se nos conoce por nuestras cicatrices, por nuestros buenos actos involuntarios, por nuestra sonrisa, no lo olvides, no olvides quién eras, no olvides quién eres, hasta nunca jamás... 

Solamente somos seres humanos, somos lo que somos, no somos animales, no somos la diversión de alguien que mira por un escaparate, tampoco somos trofeos ni leyendas, somos de carne y hueso, de sueños y esperanza, sólo nosotros podemos decidir si seguir siendo o dejar de ser, si dejar que el dolor nos vista, o que la felicidad nos abrigue, sólo somos humanos, pero cada uno tenemos un don, cada uno es único, a pesar de que este mundo quiera hacernos lineales, prototipos de personas que jamás en sus sueños podrían llegar a ser lo que somos. Da igual rico, pobre,da igual la condición, el sexo, el cuerpo, las limitaciones de cada uno, somos especiales y punto.


Firmado Cuervo Blanco









Comentarios

Entradas populares